El lamentable suceso se habría producido en el transcurso
del fin de semana, y el punto de ingreso a la escuela habría sido por una de
las ventanas de séptimo grado, tras acceder al patio de juegos del jardín de
infantes. En el aula desparramaron los libros de estudios por el salón, tras lo
cual se dirigieron sigilosamente por una galería lateral para no ser detectados
por la alarma principal del frente del edificio. Desde allí llegaron hasta la
histórica sala de jardín de infantes, que aún conserva los pisos originales de
construcción de la escuela.
En esa sala se dedicaron a
tirar dulce de leche en las paredes, calefactores, mesas y sillas, algo similar
ocurrió con el piso, sobre el que desparramaron témperas, plasticola y un
líquido aún no definido, pero que dejó grandes manchas. Los juegos y mobiliarios
de los chicos también sufrieron algunos daños, mientras que se encontraron
títeres tirados en el patio. La directora Alicia Sánchez mostró su preocupación
por lo sucedido y según los primeros indicios recolectados los que habrían
producido el lamentable suceso serían ex alumnos recientes de la escuela.
"Si se comprueba esto
sería doblemente lamentable porque son chicos a los que oportunamente se les ha
brindado educación y contención en la escuela, y que hayan hecho esto provoca
una enorme tristeza". Agregó que pusieron "al tanto al Distrito
Educativo de la situación y comenzamos las gestiones para incrementar y
reforzar el actual servicio de alarmas que tiene la escuela, porque uno de los
puntos débiles es el patio de juegos del jardín de infantes.
Fuente: Diario Río Negro.
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